No sé vosotros, pero yo me suelo cabrear casi todos los días. A veces por cosas sin importancia, otras por asuntos más serios.
Este blog pretende ser un lugar en el que se puedan comentar los cabreos, enfados, protestas, fastidios, quejas, reivindicaciones y demás. Siempre desde el más absoluto respeto irónico.
Bienvenidos los que quieran disfrutar del derecho al pataleo.
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